Sabemos que el ser humano es, por excelencia, el único ser capaz de realizar complejos aprendizajes culturales y una de las herramientas más importantes para dicho fin es la lectura; ya que cuando se consolida su aprendizaje, pasa a ser un instrumento fundamental para aprender a estudiar. Es entonces cuando el aprendizaje de la lectura se convierte en una competencia fundamental dentro del proceso de aprendizaje. Sin embargo, como docentes o padres de familia, observamos que muchos niños logran una adecuada decodificación, pero no comprenden lo que leen. En consecuencia, al preguntarles sobre el contenido leído dan respuestas erróneas o inexactas. Ello les genera una significativa desventaja en su desarrollo académico.   

Por ello dentro de las actividades de comprensión lectora se debe enseñar de forma explícita estrategias cognitivas tales como respetar los tres momentos de la lectura: antes, durante y después. En el momento del “Antes de leer” se debe analizar las imágenes, los títulos y subtítulos, así como identificar el tipo de texto que se va a leer. “Durante la lectura” se recomienda aplicar la técnica del subrayado y elaboración de preguntas sobre el contenido de cada párrafo. “Después de leer” se sugiere formular preguntas literales e inferenciales, además de elaborar organizadores gráficos y resúmenes.  Además son importantes también las estrategias metacognitivas para que el estudiante aprenda a planificar, supervisar y evaluar su propio proceso lector, en relación a su persona, a las demandas de la tarea y del propio texto.

Además de una adecuada competencia lectora, para aprender a estudiar  dentro del aula se debe prever un conjunto de aspectos metodológicos que incluyen hábitos y estrategias de estudio como  distribución del tiempo, técnicas de estudio, prácticas de concentración, preparación de pruebas y de organización personal contemplando su  estado de salud, actitud hacia el estudio y organización del espacio de trabajo, con la finalidad de optimizar recursos para dicho fin. Todo ello de forma progresiva en función a la edad del  aprendiz.

Aprender a  estudiar es una competencia clave para el estudiante y un requisito indispensable para el ciudadano del futuro. Por eso en casa también se debe dedicar un tiempo para favorecer los aprendizajes autónomos, enseñando a los niños a organizar el ambiente de trabajo y sus actividades de trabajo; y retirando paulatinamente la supervisión y apoyo en la medida que ellos presentan las condiciones para realizar sus tareas de forma independiente.

Este año el CPAL festeja su 60 Aniversario, por ello, renueva su compromiso con el desarrollo del país a través de la educación especializada y una atención integral bajo un enfoque clínico-interdisciplinario para la prevención, diagnóstico y tratamiento en las áreas de audición, comunicación, lenguaje, habla y aprendizaje.

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