¿A qué nos referimos con procesamiento auditivo? … a las dificultades que pueden presentar los niños cuando el cerebro no reconoce o no interpreta lo que sucede a su alrededor.  Por lo tanto, podemos pensar que nuestro hijo no nos está escuchando bien, tiene un déficit de atención o problemas de conducta. 

Una de las causas más comunes de las dificultades de procesamiento auditivo son las infecciones de oído medio que ocasionan pérdidas auditivas temporales.   Mientras que el niño presente esta condición, el cerebro no se está estimulando adecuadamente con los sonidos ambientales de su alrededor y mucho menos con el lenguaje.   Ocasionando, dificultades en las habilidades auditivas de integración, asociación y organización de la información auditiva.

¿Cómo nos podemos dar cuenta?

Si el niño:

- Presenta dificultad para prestar atención y recordar información.

- Solicita que le repitan la información.

- Confunde una palabra por otra.

- Presenta dificultades en la lectura o en el deletreo.

- Tiene dificultades para seguir instrucciones largas, entre otras.

- Le cuesta entender lo que le decimos, sobre todo en lugares ruidosos.

Posiblemente nos encontremos frente a un desorden de procesamiento auditivo.  Para poder detectarlo es importante realizar una evaluación audiológica para determinar si existe la dificultad y cuáles son las habilidades auditivas afectadas. El tratamiento está dirigido a estimular y reeducar las habilidades auditivas en una cabina sonoamortiguada, realizar cambios ambientales, como la acústica del aula y ubicación del niño, así como también,  orientación a los padres de familia y profesores.

¿Cómo podemos estimular las habilidades auditivas?

- Darnos cuenta que nuestro hijo comprendió el mensaje.  Si es necesario reformularlo.

- Darle los mensajes cuando no haya mucho ruido en el ambiente o cuando otras personas estén hablando.

- Organizarle el día y  alejar distractores del lugar donde estudia.

- Realizar juegos de memoria auditiva.  Ejm: simón dice, ritmo, números, etc.

- Jugar con los sonidos para formar palabras.

- Leerle cuentos y hacerle preguntas sobre lo que escuchó.

- Jugar a cerrar los ojos y poner atención a los sonidos que están a su alrededor y de donde vienen.

- Hacer ritmos con palmadas y seguir la secuencia

- Hacer trabalenguas, adivinanzas

No perdamos la oportunidad de acercarnos a nuestros hijos y estimularlos de una manera divertida.